MALEN AZNAREZ, LA FUERZA DE "LAS CHICAS" PERIODISTAS

MALEN AZNAREZ, LA FUERZA DE "LAS CHICAS" PERIODISTAS

MALEN AZNAREZ Y LAS CHICAS DEL PERIODISMO- Cuando el machismo lo contaminaba todo, y la tribu periodística no era menos, surgió un grupo de chicas fuertes y rebeldes dispuestas a acabar con esa lacra tan histórica como absurda. Alrededor del 68. Las llamábamos o se llamaban simplemente “las chicas”, y su fortaleza no estaba solo en su decisión de plantar cara al machismo ambiental, sino en ejercer la profesión mejor que nadie. Lo demostraron en el tardofranquismo y especialmente en la Transición. Destacaban por su solvencia intelectual. Como Sol Gallego-Diaz, analista profunda de lo político, con el scoop de la Constitución en la páginas de Cuadernos. Por su solida escritura. Como la brillante Rosa Montero, desde Fotogramas a El Pais, y consu historia de un desamor que la llevó a la novela por no haber entregado a tiempo un libro mas periodístico…Por su fuerza obstinada, como la de Luz Rodriguez, todo terreno radiofónico, e internacional, única en socorrer a los amigos. Y estaban también Sol Fuertes, y otras como Soledad Alvarez-Coto, y muchas mas… Pero por carácter, decisión y asunción de responsabilidades la capitana de las chicas era sin duda Malén Aznarez. Su capacidad de mando le debía venir de sus raíces cántabras, y lo supo ejercer sin paliativos en empresas como la que heredó los “periódicos del Movimiento” o en Radio Nacional.
Nada se le puso por delante, obcecada por el orden, la objetividad y el buen verbo. Cumplió Malen sus cometidos, y volvió al periodismo de mesa en El Globo y en El País para reencontrase con lo mas bello y mejor del oficio: el reportaje, también la entrevista y la crónica del mundo en viajes y aventuras.
La han despedido las chicas con el guión que la capitana supo marcar antes de irse, porque en su vida ordenada también cabía el final. Rosa actúo de maestra de ceremonia, genio y figura; Sol Gallego puso carne vivaa en las palabras del panegírico; Macu de la Cruz, compañera fiel en la radio y en la Escuela del Periodismo, contó emocionada el trabajo junto a una persona infatigable .... Y el resto de amigos, compañeros y amigos no sabíamos si llorar, si hacerla un guiño de complicidad hacia el mas alla,..., pero sobre todo le dimos el adiós con el compromiso de seguir luchando por los compañeros- como nos mandó ya al final desde Reporteros Sin Fronteras -, de “devolver a la profesión algo de lo que nos había dado”. Así lo sentía ella en su misión final y me lo hizo sentir en estos años de vecino entre su oficina y la del Club Internacional de Prensa. Nos apuntaba de padrinos para defender a colegas del mundo en apuros. Una vietnamita, un chino, un turco, todos los mexicanos…eran su ocupación, y obligaba a que fuese la nuestra, la de todos los colegas. Y asi cumplimos las ordenes de la capitana de las chicas, hasta el final. Y mas allá.