28.9.08

EL COLOR DEL CIELO - Paul Newman

PAUL NEWMAN
EL COLOR DEL CIELO

Cuando la meca del cine se instaló en el sur de California para asegurarse los días de rodaje bajo el sol, el pacto no escrito obligaba a la fabrica de estrellas a ir rellenando el firmamento. Hollywood ha cumplido su parte creando figuras mas o menos refulgentes que con sus destellos alumbran nuestros sueños de cinéfilos. Pero la última que acaba de colocar, la de Paul Newman, da color al cielo entero.
Con mas de 65 películas en 50 años largos de carrera, el guapo candoroso, el simpático sin artificio, el intelectual llano, armonizó el ideal de actor cinematográfico que mantuvo el atractivo para la cámara y los espectadores hasta sus últimos días. Compañero en el mítico Actor´s Studio de James Dean, Steve McQueen y Marlon Brando es sin duda el ultimo de los que llenaban por si mismos toda la gran pantalla.
Desde su primer gran papel en “Marcado por el odio” de Robert Wise hasta su ultima aparición en “Camino de perdición” , Newman ha puesto rostro a los mejores gansters, pero tambien a chicos del oeste y a hombres eternamente deseados con pareja de primera línea. Frente a Elisabeth Taylor en “La gata sobre el tejado de zinc” ya dejo claramente dicho quien era el primer galán en el año 58.
Para muchos será el mejor pícaro tranquilo en papeles como “El golpe“ con Robert Redford o “El color del dinero”, junto a Tom Cruise que le valió finalmente un Oscar. Compañero de los chicos, amante irresistible de las mujeres, Paul Newman nos convencía en toda la gama de personajes , siempre con el rostro tranquilo y los ojos de irresistible magnetismo.
Pudo ser como tantos otros un juguete roto de fama asegurada, pero estábamos ante un actor de calculado trabajo, que sabia convertir el mayor esfuerzo ante la cámara en algo natural y sencillo: su buen humor parecía llegar sin esfuerzo, su severidad sin poner una mala cara forzada, su atractivo no requería artificios. Parte don natural y gran parte un serio esfuerzo intelectual como estudioso de su oficio desde los primeros dias del teatro y la Universidad de Yale.
Sempiterno bromista, casado con una apasionada de las artes como es la actriz Joanne Woodward, Paul Newman llegó a bromear con su epitafio: “Aquí yace Paul Newman, al fallarle los ojos volviéndose marrones”. Ya eterno azul en el celuloide, le echaran de menos el cine, las causas solidarias y políticas a las que se entrego, y los coches de carreras que fueron su pasión.
Adios Paul Newman, que nos llenas el cielo.

ALBANIA SALE DEL MISTERIO.