2.2.16

CANAL + se hizo Cero




CANAL + se ha convertido en CERO. El final del canal de pago se ha resuelto con una ecuación económica letal. Llamado a ser la gallina de los huevos de oro del Grupo Prisa ha terminando siendo la clave de los graves problemas económicos del grupo de comunicación.
Atraídos por su éxito en Francia, la traslación a nuestro mercado fue en cambio un gran error.
Cuando en 1990, el gobierno socialista de Felipe Gonzalez puso fin al monopolio publico de la televisión, se concedieron tres licencias. Antena3 (la primera en nacer) y Telecinco no solamente siguen emitiendo, sino que se han convertido en los medios de comunicación mas rentables de España. Canal+ ha echado el cierre, tras la obligada venta de la television de pago propiedad de Prisa a Telefónica. De haber acompañado en abierto a las otras dos concesiones, hoy “el Plus” o como se le hubiese bautizado seguiría siendo una maquinaria de comunicación rentable.
El Plus se refugio en las cuotas de abonados, que desde el inicio se resistieron. Muy pocos se suscribieron a la oferta de cine, mas documentales pop, que era lo que emitía el canal aferrado a que el diseño vendería entre las clases educadas y acomodadas del país. No hubo masa critica para sostener el invento, y la batalla por los derechos del fútbol se desató, ya que era la única forma de hacer atractivo el canal de pago a las masas. También el porno nocturno- flor de unas cuantas noches -sostuvo parte de los grandes costes de establecimiento. Y enseguida las corridas de toros.
Pero, de entrada, el gran error fue dejar en manos de sus otros dos compañeros televisivos de estreno la tarta publicitaria. Sus pequeñas ventanas en abierto, con una audiencia residual, eran incapaces de sumar atractivos para la inversión publicitaria.
Acabado el periodo socialista en el gobierno, la estrategia de los canales de pago sufrió un camino de espinas. El PP desbarató el acuerdo con Telefónica para la distribución por cable, por lo que Sogecable tuvo que recurrir a la distribución encarecida via satélite. Después tuvo que soportar la competencia desleal en el pago de una nueva plataforma auspiciada por el propio gobierno.,Y llegó el caso judicial de los descodificadores que mareó a Prisa y sus dirigentes. Los precios del fútbol y de los paquetes de las majors de Hollywood se dispararon haciendo imposible la rentabilidad del canal y de la plataforma.
La conclusión es que Prisa nunca debió optar por un canal en codificado, utilizando de forma mas sabia la concesión del espacio radioeléctrico. Siempre podría haber recurrido un poco mas tarde al sistema de pago via satélite. Cuando se quiso subsanar el error estratégico con la concesión de CUATRO era demasiado tarde, cuando la compañía carecía del músculo financiero para hacer una televisión competitiva frente a los dos grandes a los que había dejado crecer por incomparecencia. Fue un error parecido al de Radio El Pais, la fm madrileña que creyó podía comerse las audiencias a base de modernidad. Otro fracaso que se subsano comprando la SER. Con un Plus en abierto hoy Prisa sería otra. Una empresa fuerte y saneada. La visión de futuro se había esfumado entre las barras del codificado. Han pasado de + a cero, con un balance en negativo.

1.2.16

"Aleluya", Estreno del documental de Fernando de Haro




Alvaro Longoria, Javier Martin-Dominguez y Fernando de Haro, en la presentación de Aleluya, en la Fundacion Rafael del Pino. 


Vivimos un tiempo convulso.
La ilusión tecnológica del progreso, en un mundo cada vez mas desarrollado,  está saltando, hecha añicos, en muchas partes del planeta.

Hasta en las reservas del confort hablamos continuamente de crisis. Y asistimos atónitos de vez en cuando a estallidos de violencia que creíamos eran cosa del pasado.

Lo ultimo que debemos hacer ante tales situaciones es cerrar los ojos o mirar para otro lado. Debemos conocer, debemos ver que esta sucediendo, buscar las raíces de la violencia, saber con detalle la base de los problemas para poder ejercer nuestra responsabilidad y actuar.

Pero en muchas ocasiones las crudas verdades de las guerras y matanzas se quedan en un mero titular, en un minuto de telediario emparedado entre anuncios. La memorable frase del senador  Hiran Johson “la primera baja -cuando llega la guerra- es la verdad” es una declaración que mueve a los periodistas a movilizarse para que su testimonio del dolor o del horror nos sirva a los ciudadanos para ser conscientes de lo que de verdad sucede.

Entre estos periodistas con conciencia está Fernando de Haro, que ha hecho de su profesión una misión clara, de riesgo, para desenmascarar el horror que viven muchos ciudadanos en zonas de conflicto. Con sus documentales, en Egipto, en Siria y ahora en Nigeria, nos consigue trasladar a lugares que no por lejanos deben ser distantes de nuestro interés: el de defender la libertad y la convivencia.

Los conflictos de raíz o de expresión religiosa son especialmente dolorosos. Entendíamos las guerras de religión como una historia del pasado, cuando la humanidad no había conquistado otras fronteras del conocimiento y el entendimiento. Pero este tipo de conflictos se ha recrudecido de forma trágica en muchos lugares.

Es el caso de la Nigeria de Boko Haram, con sus secuestros, asesinatos, quema de iglesias,…formas de ejercer el terror que nos dejan estupefactos.


En Aleluya, Fernando y su equipo de rodaje nos plantan allí cara a cara con los que han sufrido y sufren una violencia descarnada. Palpamos su dolor. Pero tambien su determinación y su esperanza en que los valores del amor y la espiritualidad reinaran por encima de la discriminación y la sinrazón.

ALBANIA SALE DEL MISTERIO.