Fallece Pilar Narvión, una de las mujeres pioneras del periodismo español
Según Jessica Murillo Ávila, Narvión comenzó a escribir a los 13 años en la revista "Domingo" y estudió en la Escuela de Periodismo, en su quinta promoción. Fue la primera mujer que hizo crónica política en España y puede ser considerada, por tanto, la maestra del periodismo político en la transición. Sus compañeros alabaron su capacidad de análisis y su destreza con los idiomas.
Narvión desarrolló su carrera especialmente en la España del tardofranquismo, en una época en la que el ejercicio del periodismo era casi en exclusiva una actividad masculina. Fue corresponsal en Roma y París del diario "Pueblo", periódico del que llegó a ser subdirectora.
En 1973, se convirtió en la primera galardonada con el Premio Víctor de la Serna de la APM, concedido al periodista más destacado del año. Durante sus últimos años de profesión, se dedicó principalmente a la crónica parlamentaria. Se retiró de la profesión a principios de los años 1980 del siglo pasado.
En 2008, Juan Carlos Soriano publicó su biografía, titulada “Pilar Narvión. Andanzas de una periodista perezosa”, en formato de gran entrevista en la que la periodista repasa su vida. En esta obra también se incluyen algunas de sus mejores crónicas y, asimismo, colaboraciones de políticos y escritores glosando su figura. Y en 2010, Carlos del Pozo publicó "Lo que Pilar ha dicho", una biografía novelada que rinde un homenaje a Narvión, con la que el autor obtuvo el Premio Princesa Galiana de Narrativa.
Con permiso del autor, se reproduce a continuación la necrológica de Pilar Narvión escrita por Enrique de Aguinaga, publicada en el diario “La Gaceta” el 8 de julio:
Pilar
Olvido las habilidades del oficio, las técnicas de bien quedar, porque estoy muriendo al morirse Pilar Narvión, mi hermana Pilar, desde la Escuela Oficial de Periodismo (1945).
Nada de diálogos imaginarios. Quieto el ingenio. Un silencio carnal de 68 años biográficos ante la Gran Noticia.
Pilar me trenza con mi gran amor, su condiscípula Manolis, y un amor peleado, el periodismo.
Comadre mía, pariente espiritual que dice el catecismo, por mi hijo Santiago, que tiene su nombre de don Santiago Narvión.
La Pili, para andar por casa. Hija de doña Pili, como la llamaba mi hijo Nacho. Pilarín, como decía Doña Pili.
Contraparientes por los Pastor y los Cuétara. Tan familia como mi familia de siempre, según lo escribe la propia Pilar.
Veo la mucha sangre que Pilar ha transfundido al periodismo; pero a mí esa sangre me vale antes, en sus propias venas.
Sentido común, brava seguridad, voluntad ganadora, dominación de los terrenos, sagacidad alerta, tendencia a la hipérbole.
Calidad de esponja, recreo del pormenor, gozo de la vida, alegre generosidad y, sobre todo, esa exuberante humanidad que se hace niña.
En mi desolación, crece el pensamiento de los días finales, olvido casi todo y sonrío hacia la luz, la luz de Pilarín, nuestra emocionante Pilarín.
Enrique de Aguinaga
Decano de los cronistas de la Villa de Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario