CALLEJÓN SIN SALIDA
Javier Martín-Domínguez
Solo un evento español a fecha fija tiene ventana asegurada
en televisiones del mundo entero: los sanfermines. Cada vez se siguen mas ahí fuera, y cada vez se ven mejor en
casa, con el seguimiento detallado e impecable de TVE. Parecía que esta edición
se iba a saldar con un mas de lo mismo, lo que ya sería suficiente. Ver a los
mozos en su carrera de zozobra entre vida y muerte. Tres minutos de desafío
ante los morlacos, retratados metro a metro por las cámaras. Tan bien, por
tranquilo y sin incidentes, se iba
dando el San Fermín del año 13, que otros asuntos paralelos empezaron a robar
plano a la fiesta aprovechando el tirón mundial del encierro. Primero fue la ikurriña
gigante la que acaparo los objetivos. Después vino la denuncia feminista por el
desmadre de toqueteos que sufren las chicas que subidas a hombros se desmelenan
en el chupinazo. Se ha convertido en uno de los tópicos calientes de debate de
las redes. El despiste de las cámaras hacia los eventos paralelos duró lo justo
porque la carrera volvió a ponerse seria y dramática. El jueves hubo sangre en
la carrera y el último viernes aconteció algo insólito. El encierro se
convirtió en un callejón sin salida, con los mozos atrapados a la entrada de la
plaza. La foto quedará para los anales sanfermineros, con la masa revuelta de
caras de pánico y cuernos en sus sienes. Un remedo plástico del Guernica en las
fotos de prensa. Como si no fuese suficiente ese drama en tres minutos que
supone la carrera, el evento vive entre un mas difícil todavía y el riesgo de
que las cámaras miren a otro lado en busca de política o de sexo. Solo la
sangre vuelve a poner el foco en su sitio. Los sanfermines son como la vida
misma. Un camino por recorrer en el que acecha tanto la ilusión como el
peligro. Todos los avatares comprimidos en tres minutos, con la esperanza de
llegar sin tropiezos al cielo prometido. Son una metáfora de todo. De la vida, e incluso del país y la política. Gente alborotada, peligros
desbocados y una atmósfera asfixiante,
que quieren abocarnos al delirio un callejón sin salida.
1 comentario:
Excelente aporte cultural, una felicitación!
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