Comparar es siempre odioso, y competir entre películas una
prueba carente de rigor. Aún así,
no hay nada como los premios para hacer un buen marketing. La batalla por el
Oscar toma meses, llena páginas y minutos de radio y televisión. Hay que
asentar un título, potenciar nombres de actores y directores, destacar tramas y
mover imágenes para que el público vaya a la taquilla y para que la venta de
dvds y derechos de televisión
crezca. Un Oscar es garantía de llenos en salas, emisión en teles y aumento del
caché de los protagonistas. Bienvenida sea la desigual competición porque al
cine le viene de perlas. Los oscar son la traca final de una etapa de premios
en los diferentes festivales de cine que van marcando calidades y gustos, y
ayudando al reconocimiento de las películas
Lejos de Los Ángeles, nos atrae especialmente la categoría
de mejor película en “lengua no inglesa” o mejor película extranjera, que para
eso ya estaba Javier Bardem con un
papel hablado en español nominado a mejor actor. La mas “biutifull” fué al
final la danesa Susanne Bier,
con En un mundo mejor,
rodada de forma activa, con un guión ejemplar y un fondo de historia que la
hace obligada de ver para niños y mayores. Fomentar el odio o el perdón. Ese es
el dilema entre chicos de colegio y para el padre médico destacado con una ONG
en África. En el Festival de Sevilla, donde se alzó triunfadora, con premios a
mejor dirección y mejor guión, Susanne Bier destacó que ya la había visto el 20
por ciento de la población danesa. Tanto como un super-éxito de Hollywood. Es
una película sincera, valiente y
necesaria, que podría haber ganado la hipotética categoría de “mejor nivel
ético”. Es también ejemplo de cómo planificar la cinematografía de un país pequeño
como Dinamarca para conquistar las pantallas del mundo. La gran escuela de
Copenhague ha marcado una línea, con el movimiento dogma, con productoras de talento como Vibeke Windelov
y con directores como Lars von Trier.
Su nueva gran estrella es Susanne Bier, que ya probó Hollywood y que repetirá
tras el merecido Oscar.
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