Life in one day/La vida en un dia

Un día cualquiera. Pongamos un 24 de julio. ¿Qué pasa en la Tierra, quién nos lo puede contar? Hace años podíamos intentar saberlo sumando páginas de periódicos. O grabando cientos de miles de horas de radio y televisión. Ahora, en un mundo 'en-red-ado' y digitalizado, lo que pasa en un día en nuestras vidas lo contamos, lo rodamos y lo colgamos en la red nosotros mismos. ¿Nos haríamos una idea de lo que pasa en la Tierra con 5.000 horas de grabación, realizadas en 192 países por personas anónimas? Esa fue la apuesta de YouTube, que encargó al director Kevin Mcdonald y a los productores Tony y Ridley Scott compactar un mundo de testimonios en 90 minutos, grabados en esa fecha del año pasado, para trasladarlos a la pantalla grande. "Life in one day"


El resultado se estrenó en Sundance y se acaba de pasar en la Berlinale. Las pantallas finales de la película se llenan de nombres y más nombres. Los directores de sus vidas en vídeo digital, contando momentos tan cotidianos como apasionantes. Personajes hasta ahora anónimos que pasan a primer plano en un collage sobre el planeta. Desde una subida en ascensor hasta cómo se vive un cáncer en la familia. Desde declaraciones de amor adolescente a accidentes mortales. Desde la vida opulenta a la pobreza y la marginación. No puede estar todo lo que es, sí es todo lo que está. Más allá del trabajo de montaje, estas son historias contadas por «nosotros mismos», sin intermediarios, sin cronistas, ni narradores. Un gran cambio en la forma de ver y contar el mundo que vivimos. Coincide con el éxito de 'La red social', que indaga en las tripas del origen del proyecto Facebook. El cine se encarga de hacer 'grandes' los fenómenos de la vida cotidiana. Y estos representan la gran historia de la comunicación en este siglo. Para rematar el panorama de internet subido al cine, una deliciosa comedia hispano-argentina tambien estrenada en Berlín: 'Medianeras', que protagonizan dos jóvenes solitarios de la generación de los chat colgados ante el ordenador. Retratos de nuestro tiempo frente al nuevo espejo digital.