LA ENTREVISTA, A FONDO

La entrevista televisiva en profundidad claudicó hace tiempo ante “el mordisco”, el bite en la jerga periodística inglesa, mera declaración intercalada entre la narración de la noticia. La velocidad adoptada por el medio se demostró incompatible con la profundidad, con el dialogo inteligente  y la reflexión que emanan del intercambio de palabras e ideas entre dos personas.
La reciente muerte física de Joaquín Soler Serrano, el hombre que dialogaba a fondo, no es sino una certificación de la defunción de la gran  entrevista como género televisivo muchos años antes. Tampoco resisten en antena el Apostrophes de Bernard Pivot o las entrevistas de Dick Cavett en América. Añoramos los frutos dorados de aquella televisión que no había sucumbido a la velocidad del siglo marcada por el tiempo de los anuncios.
Como genero periodístico, la entrevista parece el mas simple de ejecución, pero es el mas complejo para alcanzar la perfección. Buena prueba es que no se ejerce ya con maestría ni en la televisión, ni prácticamente en la prensa. Su clave temporal es muy parecida al desarrollo del guión dramático y exige un punto de partido relativamente sorprendente, un precalentamiento del entrevistado para hacerle entrar en juego, un punto de inflexión y un final de faena que luzca a ambas partes de la lidia. En las entrevistas hechas “ a fondo” solo la consecución del ritmo adecuado permite alcanzar la confianza del invitado en el plató para sacar el jugo apetecido y conseguir la exclusividad- mas que la exclusiva –en el contenido aportado. Soler Serrano fue un maestro en la creación de la atmósfera y en mostrase como frontón para conseguir la mejor declaración de su entrevistado.
Gracias a la fé y la visión del editor Gonzalo Herralde tenemos ahora en Editrama la colección de las perlas de Soler Serrano, con un nueva introducción, a todo color, realizada años mas tarde por el gran Joaquín, y  que emitimos en su día por el canal temático Grandes Documentales. Hay que revisarlas y reemitirlas, para evitar que sucumba el genero base de toda la comunicación.