23.6.09

IRAN, NIGHTLINE

No hay dictadura que se precie que no recurra a la censura en televisión. Estos días asistimos al esfuerzo de los ayatolas por colocar el velo delante de las cámaras para evitarnos el disgusto de ver al pueblo iraní enervado, en continua manifestación, acusando al régimen de corromper las urnas. El esfuerzo de la desinformación se ha vuelto titánico para los censores. Ya no basta con expulsar periodistas y confiscar cámaras. Ahora un teléfono móvil con cámara les revienta el secreto, y las transmisiones por satélite o por las redes sociales de internet tipo twitter son difíciles de cortar. Es imposible atajar ese circulo de la información clandestina que consigue salir al exterior para ser devuelta a territorio iraní con las nuevas tecnologías y saltarse la censura interna,
Justo hace treinta años se inició la revolución islámica y los ayatollas recurrieron entonces a la estrategia contraria: poner todos los focos sobre Teherán para que el mundo no perdiese detalle de aquella desafiante toma de las embajada americana y sus rehenes. El nuevo régimen se asentó a golpe de televisión, aupando a la categoría de héroes a los embozados guardianes de la revolución que producían la taquicardia de Washington. La cadena ABC creó un programa nocturno diario “América secuestrada” (America held hostage, day x) al que añadía en el título el número de días de secuestro. Dirigido por Ted Koppel derivó en uno de los formatos de informativos de televisión mas relevantes, “NightLine” .
Koppel aguantó con la formula del directo y las entrevistas políticas sobre temas candentes durante veinticinco años. Los herederos de Jomeini y su república islámica planeada para la eternidad han sobrevivido al programa. Pero justo ahora andan metidos en el lío de controlar la televisión y adaptar su formato político. Aunque todos sabemos que prácticamente nada dura para siempre, menos las ganas de ser libre y poder contarlo.

No hay comentarios:

ALBANIA SALE DEL MISTERIO.