9.6.09

FOTOS ROBADAS

Políticamente insulsas, al menos en la literalidad del discurso ideológico, las campañas electorales se están transformando en un mecanismo perverso para revelarnos obscenas imágenes sobre el uso del poder. Verdaderos aristócratas de las democracias, los hombres públicos se pasean en aviones o barcos y ocupan mansiones de lujo convirtiéndose en objetivo buscado o encontrado de los paparazzi de turno. Esta letal combinación vino a dar con la foto del cuerpo en bañador de un líder nacionalista de izquierdas en la popa de un barco millonario. La imagen de la contradicción devino en un naufragio de votos. En esta cita paneuropea, el asalto fotográfico ha traspasado fronteras para dejar en cueros a los lideres políticos lejos del espacio en el que pueden ejercer la censura.
Tienen muchas lecturas estos mensajes visuales. Desde que todo vale para denunciar los excesos del poder, hasta que es deleznable robar la privacidad para machacar al contrario. No resulta muy agradable toparse entre las líneas de la crónica política el pene de un caballero por muy poderoso que sea. También resulta inexplicable o sospechoso basar los ataques de corrupción sobre imágenes de un político en compañía de atractivas mujeres sin que se desprenda de las mismas un delito aparente.
En el caso Berlusconi, no deja de ser paradójico que un hombre que ha (a)saltado a la política previo control de los medios audiovisuales vea ahora robada su oscura intimidad por las cámaras. Sean legales o no estas denuncias, duele constatar que otras acciones del poder que resultan ser “no fotografiables” se queden sin el impacto necesario para calibrar a los políticos. En este tiempo del “imperio de las imágenes”, una foto que “parece algo” termina siendo verdad incontestable; mientras que un texto de verdadera denuncia “no visualizable” termina perdido en el debate. Como arma arrojadiza sí es cierto que en campaña una imagen vale mas que miles de palabras.

No hay comentarios:

ALBANIA SALE DEL MISTERIO.