La Comisión de Apadrinamiento de RSF- España quiere compartir contigo la alegría de la puesta en libertad definitiva de la bloguera vietnamita Ta Phong Tan que has estado apadrinando con nosotros. En nombre de Reporteros Sin Fronteras te damos nuestras más sinceras gracias por el apoyo prestado, que, como bien sabes, ha sido esencial para que su caso se haya mantenido vivo durante su penoso cautiverio.
LA VIETNAMITA por Javier Martín-Domínguez
La revolución digital ha condenado a ser antiguallas de museo a tecnologías que en su día causaron sensación y marcaron una época. ¿Quién recuerda la vietnamita? Fue el apodo que se dio a la imprentilla de ciclostil, usada por el Vietcong para dar su versión de la guerra y por los grupos ilegales españoles para burlar la censura franquista. Una herramienta tan antigua como la Guerra de Vietnam que vuelve estos días a la televisión a golpe de efeméride, con el tubo vomitando la violencia del napalm en blanco y negro. Habia testigos para mostrarlo al mundo, como el brillante equipo de Los reporteros de TVE, cuyas imágenes ha rescatado En portada, con el análisis de los que cubrieron la guerra en los dos bandos. Sirve la nostalgia de las crónicas bélicas para crear escudos contra las guerras. Pero en el Vietnam donde el neón ha suplantado a la estela de los cohetes, se sigue todavía librando una batalla, la de la libertad periodística. Entonces eran reporteros internacionales bajo las balas. Hoy es la lucha de los propios periodistas vietnamitas condenados a prisión por escribir un blog. Es el caso de Ta Phong Tan, fundadora del Free Journalist Club y del blog Justicia y verdad. Su nombre no alcanza la reputación de los que hicieron sus galones cantando las verdades de la guerra en aquel Vietnam, como Rather, Carcedo o Leguineche. Pero en este Vietnam la lucha por la verdad que libra Phong Tan debe escribirse con las mismas letras del titular grueso de aquellas antiguas crónicas de guerra. La bloguera no estaba protegida con chaleco antibalas. Ha caido en la carcel del nuevo Vietnam, condenada a diez años por ese tipo de delitos que creíamos proscritos: Propaganda contra la Republica Socialista de Vietnam. Por escibir sobre corrupción e injusticias. Aquel Vietnam liberado es ahora “la segunda mayor cárcel del mundo de internautas” como denuncia Reporteros sin Fronteras. La vieja vietnamita de ciclostil ha sido suplantada por el blog digital. Pero la batalla es la misma. Para los defensores de la libertad de expresión la guerra no ha terminado.
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