ELENA PONIATOWSKA, PERLA DE MÉXICO.

ELENA PONIATOWSKA, PERLA DE MÉXICO.
Javier Martin-Domínguez.
El Correo

 foto (c) JMD

Elena Poniatowska ha convertido sus ojos de niña curiosa y traviesa en el espejo de México. Ha sido testigo y notario de todo lo trascente ocurrido en la historia contemporanea del país. Durante nuestro ultimo encuentro, en la deliciosa comida en la Universidad de Sor Juana en pleno centro del DF,  me dedicó la reedición de su libro sobre La matanza de estudiantes en La noche de Tlatelolco. Una princesa, de huesos menudos, rizos al aire y mirada curiosa  ni deberia haber estado alli. Pero su compromiso con los débiles y los rebeldes la llevó a lanzarse a la calle y escribir sobre la represion y el despertar de una nacion a traves de sus jóvenes. Elena Poniatowska siempre ha sido fiel a su pulsion periodística, ornamentada con un verbo rico y exacto. Nos unio la comun admiracion por la indomits surrealista Leonora Carrington, a quien ella novelo y yo rodé en sus últimos años en su México de adopción. Desde entonces es fiel en su correpondencia a pesar de ser la mujer mas solicitada de Mexico. Con la desaparicion reciente de sus colegas y amigos Carlos Fuentes y Carlos Monsivais es la gloriosa decana de las letras mexicanas. Su belleza y la sonrisa que la visten enmascaran la plenitud de su madurez. Aquella princesita polaca crecida en Paris, encontró en el Mexico de los contrastes y la inmensidad su terreno fertil para la crónica y la novela. Ha retratado a los grandes, de Leonora a Tinita Modoti. Ha convertido en literatura la aventura de una gran nación. Y ha terminado dedicando sus ojos a las estrellas que le descubrio su esposo astronomo al que esta dedicada su última obra. La Poniatowska íntima es rabiosamente curiosa y locuaz. Gran conversadora y meticulosa. Dulce y ácida. Fragil y poderosa. Y da cariñosos abrazos rompecostillas llenos de cariño y futuro.  Elena es la gran perla de Mexico y de las letras en español.