MANZANA ENVENENADA. LOS GOYA

                 

Aunque en esta ocasión no fue para tanto, comparada con el año del No a la guerra, lo cierto es que los Goya se han convertido en manzana de la discordia entre el cine y el poder. Lo que empezó- y es en todas partes –un acto de celebración y promoción de las películas para afianzarlas en la cartelera, ha terminado siendo un temido artefacto reivindicativo de sus profesionales. Es difícil resistirse a la tentación del directo para convertir el minuto de fama en una proclama de progresismo o de lo que sea, aunque lleve a declaraciones tan delirantes como la de Candela Peña. Sobreactuada, o incluso falsa.  Cada premiado es dueño de si mismo, hasta poder convertir los habituales agradecimientos en denuncias. Tiene mas delito que la maestra de ceremonias hincase tanto el diente en la política que se olvidase de dedicar sus guasas al sector. ¿O es que sus colegas no aguantarían las bromas?. Puede que hubiese resultado inconsistente no hablar de la realidad nacional, cuando la propia cultura se ha visto castigada sobre todo con la subida del IVA. Pero no es menos cierto que el cine español en general le dedica muy pocas películas a lo social y lo político comparado con otras cinematografías. Si apenas hay política en los largometrajes nacionales,  no existe una lógica directa para que los Goya estén tan embadurnados de confrontación. Será una forma de lavar sus conciencias.       


 Tampoco parece de recibo poner en un breve a TVE cuando es la propia cadena la que en verdad financia la Academia de Cine gracias al pago de derechos de la gala.  No hagas que se ponga rojo tu cliente. Quizá el mas flaco favor que se hace el cine a si mismo es que al día siguiente de su gran noche se hable mas de otros temas que de las propias cintas premiadas. Cierto es que el nivel de calidad y hasta los resultados de taquilla han brillado mas que nunca. Lo imposibe, Tadeo, Grupo 7 o El artista y la modelo de Trueba rondan la maravilla. Pero este año con la gótica y racial Blancanieves por medio, la metáfora de la manzana envenenada- preciosa por fuera, letal al morderla –estaba servida de antemano.