El Festival de Sevilla «ficha» sus dos primeros filmes a competición
Se trata de «Las olas», de Alberto Morais; y «Los muertos no se tocan, nene», de García Sánchez
Día 26/08/2011
La octava edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla entra en sus meses «calientes», esos en los que debe conformarse su estructura para, sobre la marcha, tomar velocidad de crucero y obrar un año más el milagro de salir airosos con cada vez menos recursos. Y más en un año nuevamente marcado por la crisis, lo que se traduce en una rebaja sensible del presupuesto —de 1,7 a 1,4 millones de euros— y, como efecto colateral, la pérdida de un día de certamen, pasando nueve a ocho días, esto es, del 4 al 11 de noviembre próximos.
Con estos condicionantes, Javier Martín-Domínguez, su director, tiene bastante adelantado el trabajo crucial para que el festival no defraude. Y parte de esa clave reside en abrochar una interesante Sección Oficial con películas quizás poco comerciales en apariencia pero con mucho cine en su metraje. No será la primera vez ni la última que un festival de este corte descubra al espectador joyas de otras cinematografías europeas o hasta propias que de otro modo rara vez hubiesen llegado a nuestras carteleras.
Pues bien, en este apartado cabe citar dos cintas españolas que el Festival de Cine ha seleccionado. No quiere decir que sean las únicas, pero sí las que hasta la fecha han trascendido.
Según ha podido saber este periódico, en la pugna por el Giraldillo de Oro a la Mejor Película estarán dos títulos singulares que darán que hablar.
El primero de ellos es la culminación de la trilogía novelada y llevada al cine por Rafael Azcona y Marco Ferreri en dos de sus tres entregas («El cochecito» y «El pisito»). Restaba la última, «Los muertos no se tocan, nene», que Azcona no pudo abordar en su día pero cuyo guion reescribió para readaptarla. No llegó a hacerla, pero la familia cedió los derechos a José Luis García Sánchez, quien como homenaje al maestro Azcona y a su interés por retratar la España de los años 50, ha decidido mimetizar los procesos de realización (largos planos-secuencia, rodaje en blanco y negro, sonido grabado a posteriori) para dar cumplido epílogo a esta trilogía. Se nutre de las interpretaciones de nombres relevantes de la escena como Carlos Larrañaga, María Galiana —que se reencuentra en la pantalla, tras la recordada «Solas», con Carlos Álvarez-Nóvoa— o Tina Sáinz.
«Se trataba de rehacer un clásico, y han hecho un gran trabajo, además con un montón de buenos actores. Sin duda esta cinta se hará notar en el festival», valora Martín-Domínguez.
«Las olas», otra sensación
La otra cinta española a competición, hasta donde ha trascendido por ahora, ya sabe lo que es triunfar, pues se presentó al Festival de Moscú de tapadillo y conquistó sus tres premios más relevantes. «Las olas», de Alberto Morais, supone prácticamente el debut de este joven realizador en el largometraje de ficción tras haber alumbrado el documental «Un lugar en el cine». Se trata de una «road movie» a la española protagonizada por Carlos Álvarez-Nóvoa, un octogenario republicano que, tras la muerte de su esposa, decide iniciar un viaje en busca del tiempo perdido volviendo sobre sus pasos, que le llevaron tras la guerra del 36 al exilio en un campo de acogida en Francia.
Martín-Domínguez la califica de «muy interesante, medida, sencilla y cuidada», razones por las que «tenía mucho empeño en que pudiera estrenarse en el Festival de Sevilla. Y me causa mucha ilusión que Alberto Morais, que seguro que despegará en la dirección tras este trabajo, haya querido apostar por nuestro certamen».
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