40 AÑOS antes y 40 AÑOS después

                                          Javier Martin-Dominguez, Madrid, 1976


Pesaban como una losa. Los 40 años de Franco se nos antojaba una dimensión del tiempo incluso mayor que un siglo. Era la cifra del nunca acabar. Una cuarentena de la libertad. Tan larga y con tantas prohibiciones que solo pronunciarla te hacía sentir  mal. Una historia interminable, la que se media con cuarenta años de franquismo, como cuarenta años de postguerra. Por eso produce una sensación un poco contradictoria este aniversario de 40 años de democracia, de las primeras elecciones elecciones libres, las del 76, con cuarenta años justos de separación desde las republicanas del 36.
¿Ya han pasado 40 años desde entonces? Sin duda pasaron mas deprisa que los 4o de dictadura. Y ya se sabe que el tiempo lo mide exactamente un reloj, pero la percepción de su paso reside en la perspectiva de cada uno. Yo no viví enteros los 40 de dictadura, apenas la mitad, y me parecieron mucho mas largos y lánguidos que estos cuarenta desde la primera vez que voté. El tiempo de la vida y el de la democracia vivida no lo puede contar un reloj. Quizá lo marque, quizá lo mida a su manera, pero no es la mía, ni la nuestra, que este tiempo se ha quedado corto y los 40 nuevos- con permiso de esos agoreros que no vivieron la dictadura -deben durar mas.
Ya era periodista y en primera linea política en aquella España de la primera votación, y recuerdo el momento con una alegría de corazón, que hacia colores de aquel páramo español todavía muy de blanco y negro, que abría la caja de las ilusiones y de las nuevas esencias, nuevas palabras, nuevas ideas, nuevas posibilidades…. Con cierta cautela, hay que reconocerlo. Pero con mas brio que freno,
Empezamos a usar muchas palabras con su verdadero significado. A contar historias que antes se escondían al publico. A forzar la entrada de la realidad en los medios de comunicación. La frontera de aquellos cuarenta y estos cuarenta levantan todo un pliegue geodésico en la historia de España, de esta España que hace cuarenta años empezó a ser nuestra. Antes éramos meros habitantes de ella, sin derechos.  Y quede constancia que la Transición empezó antes de fin del franquismo. Años de revueltas universitarias y obreras. Y luego la platajunta, y Atocha, y el referéndum y las elecciones….y el gran viaje a la libertad

juan goytisolo. el camino de NIjar

Con Juan Goytisolo, Cozar y Parejo en el Universidad de Sevilla, concdiendole el premio de honor del festival de Cine.

Cuando los españoles navegábamos sin rumbo, cuando ademas no teníamos ni tierra propia, perdida la identidad en la noche del franquismo,  Juan Goytisolo nos ilumino un camino de retorno. Se tranfiiguro en el Conde Don Julian, en el Juan Sin Tierra con los pies a cada lado del Estrecho, y nos mostró hacia donde caminar.

Para mi fue crucial leer en la misma linea su ensayo sobre Blanco White, adelantado en el numero sobre Los Españoles de la revista Triunfo. Señas de identidad nos descubrió el camino de la verdad, tras años de impostura general. Su exposé personal, a traves de su reconocieminto de la homosexualidad, era una forma de entregarnos a la verdad tras décadas de vivir entre visillos.

Su Campos de Nijar nos descubrió otra España, bella y pobre. Fue mi guía para recorrer las tierras de Almeria. para dormir en un jrgon en aquel único chiringuito del Cabo de gata, para palpar la tristeza de la nada en un lugar ahora reconvertido por el plástico como Nijar.




ADIOS A JUAN GOYTISOLO.— Juan Goytisolo, luminaria cultural de nuestra educación de juventud, centinela en Marrakech, honra del mestizaje y de las letras. Fue un placer compartir tiempo en Sevilla, ya frágil, haciendole los honores en el Festival de cine: Presentamos el documental El regreso de Nonio Parejo, memoria de su vuelta a los Campos de Nijar, hecha con tanta voluntad y esfuerzo. (Aun recuerdo la crónica del diario El mundo repleta de insultos e insidias hacia el documental, al mas puro estilo de los envidiosos indocumentados de la zona. Shame on you!). Lo importante era destacar a este luchador de la palabra que nos ha hecho mejores y mas cultos, mirando a lo importante desde los márgenes. Inolvidable a ambos lados del Estrecho. En la celebracion von la Universidad de Sevilla, el malogrado Cozar hizo de perfecto anfitrion. Inolvidables mimento, dias de grandes conversaciones tanbien con Vicente Aranda.

LA PATRIA DE ARAMBURU

Fernando Aramburu es un gran escritor, grande de verdad, y un hombre valiente, con seguridad y sin aspavientos.
Me ha maravillado conocer su escritura en Patria, y me ha maravillado su personalidad, la de este donostiarra de exilio literario en Alemania, que tiene sus convicciones muy hondas y su humor a flor de piel.

Hace tiempo que no se producia un fenómeno literario  de tal trascendencia como el de Patria. Por sus ventas, sus lectores y los correspondientes honores al autor.

desde el Club Internacional de Prensa nos hemos unido   con satisfacción a estos homenajes sociales y literarios, y agradecimos la aceptación de Fernando  de este premio centrado en la defensa de los valores humanos por un autor.

La pluma de Aramburu se mueve de la forma pausada, segura, certera e implacable como el bisturí de un medico forense,  haciéndole  la autopsia al dolor de la sociedad vasca.

Patria es una radiografía del dolor que para ser bien comprendida y universalizada se centra en una pequeña historia, la de una madre de familia, de una viuda vasca, que ha perdido a su marido… no enterrado, sino escondido en un cementerio. Nueve personajes en busca de una salida. 

Es una crónica de la soledad dentro de tu tierra.

(“Y el corazón le golpeaba con tal fuerza que temió por un momento que aquellos hombres pudieran oir sus latidos”)

Hay algo de proustiano en esta minuciosa novela, en la que el mas pequeño detalle: el lado del autobús, el rebozado del pescado…viven como elementos cruciales de un retrato lleno de dolor.

Y esta construido con un lenguaje real, creíble, propio. El de un gran autor, que encara una difícil historia, saliendo victorioso porque todos- sus lectores –hemos podido interiorizar una compleja historia tan cercana, y a veces tan distante.