29.4.13

ROMAN GUBERN Y LA VANGUARDIA EN LA ACADEMIA DE BB. AA.


Román Gubern ha ingresado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Entre sus trabajos audiovisuales destaca el que producimos hace una década en los Canales temáticos de TVE, una serie sobre la aportación de la vanguardia española al cine. 



‘EL OJO Y LA PALABRA’ (La Generación del 27 y el cine)

‘El ojo y la palabra’ es una serie de seis capítulos de media hora dirigida por Román Gubern, estudioso del mundo audiovisual, de la comunicación de masas y del arte, producida por el canal GRANDES DOCUMENTALES  de TVE, estrenada en  octubre de 2001.
A través del medio televisivo, Gubern analiza y expone las relaciones de una generación irrepetible de creadores que encontraron en el cine un vehículo de propagación del arte, además de un arte por sí mismo, y un valioso instrumento para remover las estructuras anquilosadas de la sociedad de su tiempo. Los más señeros representantes de la Generación del 27 entrelazan sus vidas y parte de su obra con las de artífices del arte cinematográfico y pioneros del cine sonoro. Así,  Román Gubern va tejiendo un relato visual en el que Gómez de la Serna, García Lorca, Buñuel, Dalí, Alberti o Cernuda conectan con el mundo hollywoodiense o con los grandes realizadores europeos. No son relaciones imaginadas sino tan  reales como un verso de Alberti: “Yo naci -¡respetadme!- con el cine”.
Junto a las ‘Vanguardias españolas’, emergen los nombres de Cavalcanti, Buster Keaton, Charlot, Mae West, Epstein o Fritz Lang. También los de artistas españoles como Maruja Mallo, Segundo de Chomón o Margarita Xirgu.


Seis capítulos en los que Román Gubern trata de cerrar el círculo en torno a  ‘El ojo y la palabra’ con entrevistas recientes a Francisco Ayala, José Luis Borau, Ian Gibson y Francisco Umbral, entre otros, más los importantes fondos documentales de TVE y de otras televisiones públicas europeas.
EL ALBA DE LA MODERNIDAD  La España de los años 20 mostraba el panorama desolador de una sociedad caciquil, analfabeta y con las secuelas de la guerra de Marruecos, en la que el cine se conviertió en el espectáculo más llamativo. A pesar de ese caldo de cultivo o quizá por él, bullían algunos focos de modernidad inducidos por artistas españoles afincados en París (Picasso) o por refugiados en Barcelona tras la I Guerra mundial (Picabia). La Residencia de Estudiantes y algunas publicaciones literarias se erigieron en la punta de lanza de un movimiento insurgente.

EL PADRE DE LAS VANGUARDIAS  Como dice Gubern, “Ramón Gómez de la Serna fue el padre de las vanguardias españolas y ejerció su megisterio desde la tertulia del  Café Pombo. Entre sus novelas más famosas figuró Cinelandia  (1923), que tuvo muchos  referentes hollywoodianos. (...)Buñuel planeó debutar  en el cine con un corto escrito por Ramón, El mundo por diez céntimos, sobre el contenido de un periódico, que iba a rodarse en parte en la redacción de ABC”. El cine y la radio eran dos fenómenos sociales ante los que no permanecían indiferentes los intelectuales de la época.

 DOS POETAS CINÉFILOS  Rafael Alberti y Federico García Lorca fueron dos poetas que se acercaron al mundo del cine de maneras diferentes, con distintas impresiones y prejuicios. Alberti mantuvo desde el principio un mayor afecto por el nuevo arte (“Yo naci -¡respetadme!- con el cine”) y declaró abiertamente su atracción por él, cintando  en sus escritos a gentes como Cavalcanti, René Clair, Harold Lloyd... y dedicando poemas a cómicos norteamericanos. García Lorca,  renovador del teatro español de la época, también se interesó por el cine aunque con un espíritu más desmitificador, siendo conocidas sus discrepancias estéticas con Buñuel, a pesar de su amistad.

LA DANZA DE LAS IMÁGENES  A Salvador Dalí le causó una profunda impresión la película italiana Il fuoco (1916), origen de las numerosas referencias al cine y sus personajes en la pintura del gran creador surrealista. Es conocida también su participación como coguionista en  Un perro andaluz, de Buñuel, y sus intentos infructuosos de colaborar en algún proyecto con Harpo Marx. Tampoco Luis Cernuda pudo esquivar el influjo del cine, al que dedicó algunos poemas. 

EL OJO SURREALISTA En este capítulo se profundiza en las influencias que hicieron de Luis Buñuel uno de los pioneros del surrealismo cinematográfico, y en el influjo del aragonés de Calanda en artistas coetáneos. Así,  Román Gubern descubre que Las tres luces, de Fritz Lang, fue la visión reveladora para Buñuel de que la cámara iba a ser su vehículo de expresión, y que en su filmografía existen antecedentes en el trabajo de pintores como Maruja Mallo o directores como Epstein y Von Stroheim.

LOS ALEDAÑOS DE LAS VANGUARDIAS  A pesar de la endeblez de la industria cinematográfica española en los años veinte, se constata la tendencia vaguardista de algunos realizadores como Sabino Micón, Benito Perojo, Segundo de Chomón, Nemesio Sobrevila o Giménez Caballero. De sus obras se conserva algún fragmento o vestigio que ilustran el nacimiento y evolución de una corriente cinematográfica.


ROMÁN GUBERN. Catedrático de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona

Román Gubern (Barcelona, 1934) ha trabajado como investigador invitado en el Massachusetts Institute of Technology y ha sido profesor en la University of Southern California (Los Angeles) y el California Institute of Technology (Pasadena), director del Instituto Cervantes en Roma y presidente de la Asociación Española de Historiadores del Cine.  Ahora es Catedrático de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Barcelona, de la que ha sido Decano. Es miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la New York Academy of Sciences, de la American Association for the Advancement of Science y del Comité de Honor de la International Association for Visual Semiotics. Entre sus libros figuran: Historia del cine (1969), El lenguaje de los comics (1972), Mensajes icónicos en la cultura de masas (1974), Literatura de la imagen (1974), Comunicación y cultura de masas (1977), El simio informatizado (Premio Fundesco, 1987), La mirada opulenta. Exploración de la iconosfera contemporánea (1987), El discurso del comic (1988, en colaboración con Luis Gasca), La imagen pornográfica y otras perversiones ópticas (1989), Melodrama. El placer de llorar (1991), Del bisonte a la realidad virtual. La escena y el laberinto (1996), Medios icónicos de masas (1997), El eros electrónico (2000).


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