Con China y Japón otra vez a la greña territorial, recupero de un cajón una foto de mi viaje de Japón a China, donde casi me quedo. La infección que agarré en Xian y trate de curar en Chongquing fue de tal nivel que me quede en los huesos, como bien se ve en la foto. Como corresponsal de La Vanguardia de Barcelona en el Lejano Oriente tenía base en Tokil, pero el periodico me mandó durante un mes para comprobar in situ los cambios en la nueva China de Deng Tsiao Ping. Chongquing, la ciudad mas grande de China y del planeta, es ahora un bosque de rscacielos. A mediados de los ochenta cuando la visite rezumaba aire tercermundista, con hoteles cutres y hospitales sucios y pobres. Cuando regresé a Peking con las pocas fuerzas que saque de comer arroz blanco y pincharme en el hospital, el medico del HollidayInn me quitó la medicación que "es para caballos”. Viví para contarlo a pesar de dos dias de delirios en un hotel construido por los rusos iue imitaba la arquitectura del templo del Sol. El inmeso Chongquing se quedo reducido para mi a la hahitacion de los delerios y la cola de la inyecciones en el hioospital, donde los pacientes chinos me dejaban paso y se asomaban a ver como pinchaban al hombre blanco perdido en la inmensidad de China.
No hay comentarios:
Publicar un comentario