ESPAÑA, COMO MARCA

En esta España del reír por no llorar, José Mota lleva en sus sketches lo pueblerino al extremo para ofrecer lecturas de 'lo español' que emparentan con el esperpento valleinclanesco y a veces alcanzan una lectura surrealista buñueliana. En un triple salto mortal de la parodia, trasmuta a Punset en Manolo Escobar, arrimando el ascua de lo cañí a la ciencia. Visto en el Canal Internacional, cabe especular si es este el trasunto del nuevo mensaje gubernamental de que hay que fortalecer «la marca España». Nuestra marca, como casi todo lo nuestro, vive estos días la esquizofrenia entre el gran talento sobre todo deportivo que nos sitúa en primeros puestos y las escondidas vergüenzas de los récords en parados y en corrupción. Está difícil lo de reforzar 'la marca' si el producto en sí mismo carece de vetas positivas que ensalzar. Fue Manuel Fraga el que enmarcó España para venderla en el mundo, con aquellos carteles sesenteros con vistas de unos lugares singulares y espectaculares. Buscaba turistas y los consiguió. Siguen viniendo, y en cifras récord, por lo que cabría pensar que nuestra marca sí vende, al menos para darse una siesta bajo el sol. Pero si lo que queremos es vender otros productos, es cierto que debemos reconducir nuestra imagen y vendernos por el tubo con algo mas que una visión cañí. Apuntan los políticos hacia un nuevo intento olímpico para Madrid, ahora que Londres prepara su venta mundial dejando en manos del director Danny Boyle ('Slumdog millionaire') la ceremonia inaugural. Hasta que llegue nuestro turno, tendremos que vendernos sobre todo por la televisión y empezar a producir buenos programas exportables en lugar de la rancia colección de entretenimiento barato. Estemos mas cerca de 'Los Tudor' que de 'Toledo' para que no nos tomen por casposos. Y apostemos por el cine de nivel ('Chico y Rita' en los Oscar), y no vapuleemos tanto a la cultura con los recortes, porque es el arma principal para crear de nuevo una buena marca de país. Más cine, mejor television y que Mota nos salve con sentido del humor.