Tenía a flor de piel una sonrisa de surfer californiano, que era lo que el era, y que delataba un fino sentido del humor, que es lo que aparecía en sus novelas.
Justin HENDERSON traía en la sangre una vena literaria, que le emparentaba nada mas y nada menos que con un mito de nuestra infancia: Su padre fue guionista de la serie BONANZA, y ademas de alimentar nuestros sueños a Justine le procuro una herencia de derechos de autor. Nos separamos en Barceloa en uno de los viajes de Justine y Donna a España, y ellos emprendieron viaje a Grecia con la intención de cobrar lo que allí había generado la serie televisiva, porque no mandaba los pagos hasta America.
Justine y Donna eran un regalo de los 80s neoyorquinos. Una pareja que nunca tuvo problemas y que alegraba los sentidos en cada reunion. Su circulo era mas del west, californianos y vecinos. Donna y Pam se unieron por la fotografía, y Justin vibro incluido en el paquete de expatriados en nuevayork… Había otros surfistas en el entorno, que era la clave del pasado de Justin y que lo seria de su futuro, cuando después de la migración postochenta a Seattle, se fue con Donna y su hija Jade a surcar las olas del pacifico mexicano en Sayulita. Nunca fue un surfista fuera de sitio en Nueva York. Tal era su gracia personal, para seguir siéndolo en un mundo sin olas, y para seguir creyendo en el. El oleaje lo iba desparramando en sus novelas.
Allí siguió, en Sayulita, bien pegado al terreno, con su serie de novelas policiacas en las que los asuntos latinos siempre andaban por medio. Y con la escritura de guías, porque Justin, como Donna, amaba el viaje y corretearon Europa y America, a veces en una fuego color aventura.
Durante su ultimo viaje a Madrid, anduvimos buscando fotos para ilustrar un libro sobre el Guggenheim, convertido en el nuevo fetiche del turismo cultural. Fue nuestro ultimo encuentro, aunque las redes nos han permitido comunicarnos todo el tiempo en estos últimos años, y estar cerca de cada avatar.
Justin lo paso mal en su percance mexicano que casi le cuesta la vida. Y ahora le ha llegado un temprano adios que venia marcado en su piel. Cuenta Dona que había empezado una nueva novela policiaca bajo el titulo de "The sun. Its killing me”. El sol me esta matando…, donde se aperciba el genero literario que gustaba y su fino sentido del humor, siempre presente en su vida. Y en la nuestra.
Noi recuerdo a Justin ni enfadado, ni enojado, ni cabreado…mas bien lo contrario. Dificil recordarle sin una sonrisa, una buen chiste suave, una palabra de animo y alegría. Con Donna hacia la pareja ideal. Ellos eran felices, y tamboreen los demás contemplándoles.
Resulta didil pensar que ya no esta aquí. La vida pasas. Aquellos ochenta se fueron. También los post. Y otras situaciones. Pero también da alegria recordar que los amigos que se van, que se fueron, son tan buenos!!!
So long Justin !!!!! The great surfer and writer, king of the smile, always a friend
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