31.7.15

LA RADIO DORADA


LA RADIO DORADA
Javier Martín-Domínguez



Mi pasatiempo escapísta favorito en mis años de internado era escuchar la radio en mi pequeño transistor. No recuerdo ni porqué lo pedí, ni como lo consintieron mis padres. Pero yo tenia mi pequeña caja de sueños, que escondía bajo la almohada para sentir escalofríos con aquellas dramáticas retrasmisiones del “Ustedes son formidables “  en las que la voz de Alberto Oliveras  te hacía palpar las tragedias. Y para estar a la última de la música en aquellos grises sesenta gracias a Miki (el de los Tonys) que pinchaba en su Windy Club de Radio Madrid lo mejor de lo que llegaba del Londres pop. Tampoco podía ni imaginar en aquel entonces que casi mis primeros pinitos periodísticos serian en la radio a la que dedique mas de diez años de mi vida profesional.


Pero mi programa favorito, en el que se educó mi gusto musical, era  el “Vuelo 605” de Ángel Álvarez. Allí sonaban desde los Moody Blues a la mejor selección de un genero nuevo para mi como era el country americano. La radio emitía el despegue de un avión y el locutor decía en su estela sonora. “Volando con Ángel Álvarez en Vuelo 605…” Y casi era verdad, por que supe después que A. Álvarez era parte de la tripulación de Iberia en aquellos años de escasos vuelos y que ocupaba su tiempo en Nueva York en llenar la maleta de los discos que aquí nunca llegaban.  El programa tenia una estructura fija y exacta, con secciones como aquel “Vuelo 605-minuto 25” y con la consagración de los grandes temas con la etiqueta  “serie dorada” que otorgaba a los mas grandes.
Poco tiempo después, ya en Madrid, escuchaba una noche su programa “Caravana” y A.Alvarez invitó a la audiencia a llamar para participar en un sorteo de discos. Fue la primera vez en mi vida que llamé a un concurso, y creo que también la última que me tocó. La suerte fue mayúscula, porque al ir a recogerlo conseguí otros premios asociados. El principal conocer en persona a aquel hombre de voz aterciopelada y persuasiva, única en el genero radiofónico musical. Vi su pecera, allí ismo en la emisora, y charlamos sobre los grandes de la música americana. Lo mejor estaba por llegar: el premio era nada mas y nada menos que un long play que contenía la canción que el había catalogado como Serie Dorada Número 1: He´ll have to go, cantada por Jim Reeves.  Aun conservo el LP, aún mantengo mi devoción nostálgica por el gran Ángel Álvarez y su Vuelo musical, y mi querencia por la música country, tantos años antes de que mi patria chica segoviana, en Riaza, se haya convertido en la tierra para un concierto de verano, que ha tenido como estrella este año a Emilou Harris. Y todo, gracias a la radio dorada que acunó mis sueños adolescentes.







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ALBANIA SALE DEL MISTERIO.