17.7.13

CALLEJON SIN SALIDA. SAN FERMIN’ 2013




CALLEJÓN SIN SALIDA


Javier Martín-Domínguez


Solo un evento español a fecha fija tiene ventana asegurada en televisiones del mundo entero: los sanfermines.  Cada vez se siguen mas ahí fuera, y cada vez se ven mejor en casa, con el seguimiento detallado e impecable de TVE. Parecía que esta edición se iba a saldar con un mas de lo mismo, lo que ya sería suficiente. Ver a los mozos en su carrera de zozobra entre vida y muerte. Tres minutos de desafío ante los morlacos, retratados metro a metro por las cámaras. Tan bien, por tranquilo y sin incidentes,  se iba dando el San Fermín del año 13, que otros asuntos paralelos empezaron a robar plano a la fiesta aprovechando el tirón mundial del encierro. Primero fue la ikurriña gigante la que acaparo los objetivos. Después vino la denuncia feminista por el desmadre de toqueteos que sufren las chicas que subidas a hombros se desmelenan en el chupinazo. Se ha convertido en uno de los tópicos calientes de debate de las redes. El despiste de las cámaras hacia los eventos paralelos duró lo justo porque la carrera volvió a ponerse seria y dramática. El jueves hubo sangre en la carrera y el último viernes aconteció algo insólito. El encierro se convirtió en un callejón sin salida, con los mozos atrapados a la entrada de la plaza. La foto quedará para los anales sanfermineros, con la masa revuelta de caras de pánico y cuernos en sus sienes. Un remedo plástico del Guernica en las fotos de prensa. Como si no fuese suficiente ese drama en tres minutos que supone la carrera, el evento vive entre un mas difícil todavía y el riesgo de que las cámaras miren a otro lado en busca de política o de sexo. Solo la sangre vuelve a poner el foco en su sitio. Los sanfermines son como la vida misma. Un camino por recorrer en el que acecha tanto la ilusión como el peligro. Todos los avatares comprimidos en tres minutos, con la esperanza de llegar sin tropiezos al cielo prometido. Son una  metáfora de todo. De la vida,  e incluso del país y la política. Gente alborotada, peligros desbocados y una atmósfera asfixiante,  que quieren abocarnos al delirio un callejón sin salida. 

1 comentario:

Yazbek dijo...

Excelente aporte cultural, una felicitación!

ALBANIA SALE DEL MISTERIO.