24.12.20

LOS OJOS DE LA ETERNIDAD. ( la boca del volcán y el parpadeo del cielo)

 Los ojos de la eternidad

Fotografías de Pio Cabanillas en Antigua 

Por Javier Martin-Domínguez

 

            Si te llamo “antigua” es porque eres clásica. Porque tu tiempo era aquel, el tiempo que no pasa, el tiempo que detiene su paso, porque ya sabe que lo que pasó es lo definitivo. La cosa antigua es que no participa de lo moderno; esta varada en su clasicismo y no tiene aspiración alguna de ser parte de ese futuro que nunca llegará. Mejor estar ahí, quieta, mirando quizá, pero ausente de veleidades; despojada de ansiedad, que la novedad es no verdad.



            Lo antiguo deviene despues de que el fotógrafo haya hecho clic. En ese instante la película se ha impregnado de pasado y ha entrado en su periodo clásico. La eternidad y aquella foto están hechas de la misma sustancia. La sustancia del clasicismo.

            Todo parece antiguo, de otro tiempo, lejano y distante en esta entrega de fotografías de Cabanillas. Un viaje largo a una historia tan antigua como la creación, tan lejana como el tiempo que no anda. Se ha detenido el objetivo, absorto, mirando a unas miradas lánguidas, tristes, hondas que llena la foto de ojos. Te miran esos ojos sin mirarte a ti, porque su mirada es tan poderosa como la de aquel que ha visto todo, la boca del volcán y el parpadeo del cielo.

            Estas esas caras envueltas en un rito cíclico, uno de pasión, muerte y resurrección que evoca la verdad, pero tambien el sueño de la vida. Todo tan duro, todo tan difícil de soñar. Pero año a año el rito se renueva, la promesa se cumple y las miradas sale del oscuro zaguán para auscultar las calles y lanzar otro envite por la vida.

            Hay humaredas de incienso, que crecen desordenadas entre el bullicio y levantan columnas de anhelos por cumplir. Pero nada nuevo llegará. La ronda de la vida dará vuelta y vuelta otro año más, para hacer bueno el ritual y sentir que los de siempre es lo único cierto. Así pervive y pervivirá Antigua. La vieja Santiago de los Caballeros de Guatemala



            Estas placas en blanco y negro, con miradas escritas con luz, nos asombran por su claridad, porque son trasparentes y verdaderas, como si fuesen los primeros ojos que tuvo el mundo y ahora vienen una cámara a consagrarlos en su antigüedad.

            Ha hecho Pio Cabanillas ya muchas rutas y las ha dejado marcadas con su cámara. Ha ido señalando en los mapas sus afanes por conquistar el mundo para enseñarlo en su prístina pureza. Primero las arenas, los paisajes, luego el oasis con figuras y finalmente ahora la humanidad, abiertamente carnal, con ojos que parecieran vísceras porque son tan reales como la comida que tragamos y el agua que nos da vida. Saben ellos  que nos miran y nosotros sabemos,  por mirarlos,  que esa es la gran verdad. La verdad de los tiempos se llama Antigua.

 



ANTIGUA. Fotos de Pio Cabanillas. 

Ediciones Turner. 2020

 

 

14.12.20

ANGEL BENITO, PRECURSOR DE LOS ESTUDIOS DE COMUNICACIÓN

 ANGEL BENITO, PRECURSOR DE LOS ESTUDIOS DE COMUNICACIÓN

Javier Martin-Domínguez

 

 

Cuando a principios de los setenta el periodismo, la publicidad y el audiovisual pasaron de las escuelas a la Universidad, el debate entre los profesionales iba desde el si era necesario al si se daría el nivel académico requerido. Para contrarrestar cualquier crítica, primero se colocó la palabra Ciencias junto a la de Información. Despues se elaboró un curriculum académico abultado en asignaturas clásicas como Literatura, Historia, Lingüística, … Pero la carga de la prueba iba a estar sobre los hombros de un profesorado de aluvión- captado en otras facultades y escuelas –que debía dar la talla ante un alumnado que quería ejercer una profesión y a la vez ante unos colegas universitarios que iban a mirar con lupa a los advenedizos. 

Ángel Benito Jaén, sevillano, pasado por la Universidad de Navarra, era un hombre circunspecto, de clara elegancia, aire profesoral, con unas gafas y bigote que le acercaban a la parca modernidad de los setenta. Fui su alumno en la primera promoción de la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid y testigo de la altura profesoral y del aire científico que imbuyó desde el inicio a esa nueva asignatura denominada Teoría General de la Información. No había manual disponible, y los apuntes del profesor Benito Jaén, tirados en una vietnamita a ciclostil y encuadernados con tapas naranja, se convirtieron en una biblia para los que descubríamos que el periodismo y otras hierbas se encuadraban en un marco más amplio y ya muy elaborado de estudios sobre la información o la comunicación. 

Formado en Filosofía y Letras, con una tesis doctoral sobre el pintor Daniel Vázquez Díaz, Ángel llegó a la Universidad de Navarra para ser profesor y fundar y dirigir (1959-1971) del Instituto de Periodismo del que salieron algunos de los principales estudiosos de estas materias de la época, ligados en general al Opus Dei. Fue el primer centro avanzado de estudios de la materia, que se adelantó en trece años a las Facultades y del que salieron otros grandes profesores como Ángel Faus o Alfonso Nieto o José María Desantes.  Coincidieron con los Manuel Alvar, Vintila Horia, Alfonso Albalá, Fernández-Asís, y otros grandes profesores de la etapa fundacional.


-Con McLuhan en Barcelona-


Su investigación académica le llevó a la Universidad Libre de Berlín donde fue alumno de Emil Dovifat, y al Instituto de Publicismo de Roma con Fracesco Fatorello. Ángel sabía lo que pasaba en el mundo y fue el gran diseminador de las teorías del canadiense Marshall McLuhan en España. Aquellos conceptos de aldea globalel medio es el mensaje, medios fríos-medios calientes,… fueron parte de la nueva concepción científica de los medios y su influjo social que constituyó el marchamo de su innovación profesoral. Cuando el gurú canadiense de la comunicación vino por primera y única vez a España en febrero del 75, para participar en un Congreso sobre la Radio en Barcelona, un grupo de alumnos de la Facultad de Madrid alquilamos un minibús y nos fuimos en busca de la “lucidez intuitiva y la jerga conceptual” mcluhianas, animados sin duda por las enseñanzas del profesor Ángel Benito.

Profesor en Madrid y navarra, obtuvo la cátedra en Barcelona, pero volvería a la Complutense y sería decano de la Facultad de CC. de la Información en su época de mayor desarrollo (1981-1990). Puso un gran empeño en la investigación científica y profesional del profesorado. En el año 2000 fue nombrado profesor emérito. Dirigió el Diccionario de Ciencias y Técnicas de la Comunicación(1991). Entre sus publicaciones están la citada Introducción a la Teoría General de la Información(1973); La comunicación socialLa socialización del poder de informarEcología de la comunicación de masasLa invención de la actualidad, y Diccionario de Periodismo (2001). Nos reencontramos cuando colaboró con la revista especializada ComunicaciónXXI en la que ejercí como redactor-jefe. 

Casado con la reconocida periodista Marisa Ciriza, deja un corpus en el campo de la comunicación de gran solvencia científica y larga influencia, así como una estela de alumnos y estudiosos de una materia en la que fue pionero en España. 

 

 

ALBANIA SALE DEL MISTERIO.