EUROPEOS DE CINE

Dicen las encuestas de los últimos años que nuestra fiebre europeísta es muy alta. Pero una cosa son las ganas y otra la realidad. Somos pro-europeos de querencia, y en cambio nuestro déficit formal se demuestra muy alto. Como en tantos otros ámbitos, también en el de la televisión sufrimos un déficit europeísta. Apenas estamos representados en los organismos europeos televisivos, coproducimos poco y emitimos menos. El pasado fin de semana más de cien cadenas de varios continentes retransmitían la gran fiesta del cine europeo con la entrega de los premios de la Academia Europea del Cine. El único país de la Europa comunitaria que no dio visibilidad a esta cita fue precisamente España. No se trata de una cuestión económica sobre carestía de la retransmisión, porque el precio raya en lo ridículo. Es una cuestión de actitud que va más allá del evento en sí. No solo no se promociona a los artistas, sino que apenas se enseñan sus películas. Las televisiones públicas españolas siguen apalancadas en la emisión del producto cinematográfico más resultón, pero también más caro, que es el americano. En esta hora dramática, ya no hay excusa que valga para restringir este tipo de producciones. Sería una forma clara de ahorro, y al mismo tiempo su sustitución por programación europea nos pondría más cerca de Europa en todos los sentidos. Durante años los programadores se resistieron a emitir no ya películas europeas, sino españolas en el 'prime time' aduciendo que bajaban la audiencia. Cuando por fin llegaron a esa ventana se demostró que funcionaban. Estamos pues ante una perversión, tanto de contenido como económica, que es hora de solucionar. El cine de los Stephen Frears, Susanne Bier, Kaurismaki o Hazanavicius tiene igual pegada. Lo demuestra que estos últimos años se haya llevado incluso el Oscar, como son los casos de 'Slumdog Millionaire' o 'El discurso del rey'. Europeos que triunfan en la meca del cine y que cautivan al público. Pongamos más Europa en la televisión, que nos permitirá conocernos mejor, y de paso resolveremos el déficit.

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