MILENIO
Francia y México, el vínculo surrealista
CULTURA • 26 JUNIO 2012 - 8:52PM — LETICIA SÁNCHEZ
Será una suerte de homenaje a la primera exposición organizada en nuestro país en torno de esta corriente, en 1940, por la Galería de Arte Mexicano
Ciudad de México • Una procesión de mujeres arrastrando cadenas para limpiar sus culpas, los tambores de Calanda que durante la Semana Santa suenan sin cesar por 26 horas, combinados con escenas de las películas Un perro andaluz y Los Olvidados de Luis Buñuel, son algunos de los elementos que envolverán al espectador que recorra la exposición Surrealismo. Vasos comunicantes, a inaugurarse en el Museo Nacional de Arte, el próximo 5 de julio.
La muestra será una especie de homenaje a la primera exposición organizada en México sobre el movimiento de vanguardia, en 1940, por la Galería de Arte Mexicano, que reunió no sólo obra, sino a los artistas que protagonizaron esta corriente a instancias de André Bretón; aunque Sara Baz, subdirectora de exhibición del Munal, aclara que no se trata de hacer una recreación de aquella exposición.
La muestra que reúne alrededor de 120 piezas, 17 de ellas procedentes del Centre George Pompidou, “se concentra en los mecanismos de asimilación de las premisas del Surrealismo por parte de artistas europeos, mexicanos y latinoamericanos.
Siendo la última vanguardia histórica que pega de una manera increíble en América, más que cualquier otra, más que el cubismo o el futurismo en sí”.
Gracias a la influencia de los artistas europeos, los mexicanos y los latinoamericanos tuvieron la oportunidad de “aprehender” una serie de valores de esa vanguardia artística, y de enriquecerla también con sus propuestas.Baz precisa que el eje de la exposición parte de un feliz encuentro que se dio entre el Munal y el Centro Georges Pompidou, de París, Francia.
“Se hizo la negociación para que pudiéramos gozar de 14 obras que vienen de esa colección y las usaremos como punto de anclaje para hablar del Surrealismo desde sus orígenes, así como de la forma en que esa corriente artística impactó en América”.
Dentro de las obras a presentarse destacan: el “Retrato de Alexander Lolas” (1953); y la “Mesa surrealista” (1933) de Alberto Giacometti, uno de los artistas que por lo común en México no se vinculan con el Surrealismo, ya que estamos acostumbrados a escuchar otros nombres como Miró o Dalí.
Los núcleos temáticos
El surrealismo, explica Sara Baz, subdirectora de exhibición del Munal, es la posibilidad de comunicar lo conciente con lo inconsciente, la oportunidad de acallar completamente lo conciente o la racionalidad para dar paso automáticamente a lo que está soterrado, a lo onírico.
Justamente en esa coyuntura se enmarca la propuesta que hizo para la exposición Surrealismo. Vasos comunicantes, Javier Espada, director del Centro Buñuel de Calanda, España.
Su obra intenta fundir dos imaginarios: los elementos surrealistas presentes en el cine de Buñuel con otros elementos visuales que tienen que ver con la tradición de los tambores de la Semana Santa de Calanda: “es una ceremonia previa al cristianismo que se repite todos los años; comienza con el toque de tambores las 12 del medio día del viernes santo y que dura 26 horas”.
Esta propuesta visual y auditiva se proyectará en el “aire”, por lo que el público tendrá que atravesar literalmente esas imágenes.
Después de ese inventario de signos surrealistas, la curaduría ofrece un apartado donde se enfatiza la presencia del surrealismo en México y en AL. La muestra incluirá una serie de inserciones fílmicas que estarán a lo largo de la exposición, además de un ciclo de cine que analizará el paso del Surrealismo por la pantalla grande.
Sigue vigente
*Javier Espada, director del Centro Buñuel de Calanda, España, afirma que el surrealismo sigue estando vigente, lo ha estado siempre, pues es el mundo de los sueños.
*Después de la Segunda Guerra Mundial se creía que esta vanguardia artística había terminado, pero no fue así: “contaminó” al cine, a la publicidad, a la poesía.
*Actualmente, los videoclips tienen muchos elementos de esa corriente, ya que el Surrealismo va directamente al inconsciente del espectador.